Infertilidad/Esterilidad: El mes que viene

¡¡El mes que viene me caso, estoy tan emocionada!! Los preparativos van muy bien, no veo la hora que llegue el momento de unir mi vida con la de él.

El mes que viene nos entregan la casa, tiene lo necesario para nuestra vida juntos. Tres cuartos y un patio para el momento en que lleguen nuestros hijos.

El mes que viene cumplimos dos años. Han sido hermosos, el tiempo de ajuste ha sido interesante. Hemos hablado y estamos seguros de que llegó el momento de planificar nuestra familia. ¿Sera niño o niña? Siento mucha ilusión, no puedo esperar a que seamos padres.

El mes que viene se cumple un año y todavía no hemos logrado un embarazo. Hemos intentado todas las recomendaciones desde medir la ovulación hasta cambiar nuestra dieta y costumbres, pero nada ha pasado. Estoy comenzando a sentirme ansiosa. Quizás el mes que viene tendremos mejores resultados.

El mes que viene se cumple año y medio y estamos comenzando a preocuparnos de si algo anda mal. Ya hicimos cita con el doctor estoy un poco temerosa. No sé qué me harán o qué me dirán.

El mes que viene comienza el tratamiento, aparentemente algo anda mal. No entendí la mitad de lo que me dijo el médico, pero quiero hacer todo lo que esté en mis manos para tener hijos.

El mes que viene se cumple un año de que hemos intentado todos los tratamientos que nos recomendó el médico y nada parece funcionar. Me siento tan frustrada, tan dañada. Mi esposo es muy paciente, pero yo siento que reviento. Nunca pensé encontrarme con tantas emociones a la vez. He llorado tanto que no me quedan más lágrimas para llorar. Me he hecho tantas pruebas de embarazo, que ya la palabra negativo parece parte de mi vida.

El mes que viene me operan, quizás esto sí funcione, quizás esta vez puedas llegar a nuestras vidas y podamos lograr tener la familia que soñamos.

El mes que viene se cumple un año de que me recuperé de la operación, de que lograra por fin embarazarme, de que lo perdiera todo en un momento. El aire se me escapó y no he podido recuperarlo aún. Siento un nudo en el pecho que no puedo soltar, solo salen lágrimas, silenciosas, recordando lo que no pudo ser. ¿Por qué no ha podido suceder para nosotros? Es algo que nunca podré explicar, pero quizás algún día lo entenderé.

El mes que viene serán dos años de este juego a escondidas que juegas conmigo, amor mío. No sabes cuánto te he soñado, cuánto he soñado una vida todos juntos, cuánto te extraño. Papá y yo hemos hablado sobre ti, y cuánto anhelamos tenerte con nosotros. El mes que viene ya hacen ocho años que unimos nuestras vidas y que seguimos intentando agrandar la familia.

Al parecer, cuando esperas, la vida no transcurre como al resto del mundo. A veces el tiempo se detiene, a veces pasa muy rápido. Todos los meses tienes la esperanza de que algo esté sucediendo dentro de ti. De que tu milagro se esté moviendo en ti. No vives la vida en semanas o años, vives de mes a mes. Siempre con la esperanza de que este mes sea tu mes, de que este mes sea diferente. Esperando que este mes algo cambie. Cada mes vuelves a empezar, vuelves a prepararte. Cada mes recargas, cada mes pierdes la esperanza, cada mes vuelves a buscar opciones, vuelves a llorar porque anhelas que si no lo lograste este mes, puedas lograrlo el mes que viene.