Infertilidad/esterilidad: ¿Cómo lo manejamos juntos?

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Esposo: La mujer en su diseño original, fue creada para dar vida, para influenciar, para brindar amor. Cuando esto no se puede alcanzar con hijos, se siente incompleta y esto produce emociones y sentimientos de vacío intenso. Es por esto que en muchas ocasiones no importa lo que hagas para hacerla sentir bien o para llenarla, aun así, sigue sintiéndose triste y vacía. Es muy importante que comprendas que nada llena ese espacio en la Tierra, ni tú, aunque sientas un amor inmenso por ella y sean los mejores amigos. Nada. Ese espacio Dios lo creó para los hijos. Solo Dios puede llenarla y puede ayudarla a manejar el vacío y los sentimientos que provocan en ella el saber que no puede tener hijos.

¿Qué puedes hacer por ella? Escúchala sin juzgarla. Va a ser repetitiva sí, en ocasiones va a fijarse en detalles insignificantes de los bebés de otras mujeres, va a estar irritable en unos días y llorosa en otros. Recuerda, es un sueño que considera tronchado. Ora por ella, oren juntos, presenten sus sentimientos diariamente a Dios y entréguenle lo que les preocupa. Pidan mucha dirección al Señor y sobre todo, es recomendable, demostrarse mucho amor y comprensión de uno hacia el otro. Cuida con quién se relaciona y qué puede aportar a la situación que atraviesan. Hay muchas personas que contribuyen a la desesperación y a la depresión con sus comentarios y sugerencias, aun de la familia.

Este es un tiempo de ustedes en el que deben estar juntos para conversar, apoyarse y hacer un plan de cómo van a enfrentar este proceso juntos. Si se mantienen constantes en esto, la situación será mucho más manejable hasta que estén fuertes.

Si pasa algún tiempo y ves que tu esposa no levanta su ánimo, está irritable la mayoría del tiempo y se aísla, quizás es momento de conversar sobre buscar ayuda más allá de la espiritual para manejar la situación.

¿Cómo lo Enfrenta el Hombre?

Esposa: tu esposo fue creado para proteger, dirigir y producir. Cuando esto se ve frustrado tienden a aislarse en sus pensamientos y a veces aparenta que nada sucede en ellos, que no están sufriendo como nosotras el golpe, la pérdida. Sin embargo, en ocasiones, la batalla que se libra en sus mentes es mucho más fuerte que todas las emociones que podamos estar sintiendo.

Si a esto le añadimos que ellos tienen algún problema de infertilidad, esto golpea bastante su virilidad y les cohíbe de aceptar y buscar ayuda médica abiertamente, ya que sienten que todos se van a enterar de que no son lo que “deberían”. Incluso puedes encontrarte con la situación de que ignoren por completo el diagnóstico del médico y actúen como si nada hubiera pasado.

La situación se convertirá en una de mucha fricción si comienzas a reclamarle que no le importa, que es de palo, que no sufre, que no quiere hacer nada, porque esto lo aislará aún más. Una vez un hombre levanta un muro, es muy difícil derribarlo para penetrar.

Ora por él, invítalo a que oren por la situación que atraviesan. Si él no tiene deseos de orar, hazlo tu sola por ahora. Muéstrale que sigue siendo el mismo hombre que has amado hasta hoy, alimenta su fe. Cuéntale testimonios de sanidad divina. No le cuentes a todos los que conoces sobre el “problema” que tiene tu esposo, porque eso lo hará sentir aún más incómodo con su hombría. No le hables de buscar tratamiento, háblale de que deseas que te acompañe a escuchar la explicación que el médico va a darles sobre tal o cual tema. No lo abrumes con tus lecturas sobre su condición o los 34 tratamientos que existen para su enfermedad, porque esto lo hará sentir irritado.

Si hay algo que debemos aprender en una situación como ésta, es ser pacientes y sabias por el bien de nuestra relación con nuestro esposo.

Tomado de Anclada a tu verdad